Esta lesión de la piel no es grave, pero puede resultar muy antiestética según su tamaño
Se trata de una afección cutánea que surge al crecer, de manera exagerada, el tejido cicatrizante tras una lesión. Aunque no reviste mayor problema, a veces su aspecto resulta antiestético y molesto para la persona que lo sufre. Te contamos a qué es debido y cómo puede mejorarse.
Un queloide se produce sobre la piel que ha sanado después de alguna lesión o intervención. Son frecuentes los queloides en las cicatrices de algunas cirugías, pero también pueden salir a raíz de cortes menores, vacunas, quemaduras, marcas de acné o varicela, e incluso picaduras de insecto y perforaciones en las orejas. Su aspecto es abultado y suelen ser de color carne, rojo o rosado. La protuberancia originada puede ser sensible y producir picor o molestia.
Los queloides son más frecuentes en mujeres y en menores de treinta años, y también se presentan con mayor asiduidad en personas de raza negra, asiática e hispana.
Un queloide no necesita tratamiento por sí mismo, pero si la persona afectada quiere reducirlo, existen varias opciones. El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (@COFMadrid) recomienda comenzar con corticoides tópicos o intralesionares para intentar reducirlo. Si esta primera opción no funciona y el queloide es muy exagerado, se puede intentar extirparlo mediante cirugía, aunque es necesario tener en cuenta que este proceso puede provocar una cicatriz aún mayor.
Otros tratamientos indicados para reducir un queloide son los apósitos de silicona, que se recomiendan para eliminar las cicatrices; la crioterapia a base de nitrógeno líquido o los tratamientos con láser. Una última opción es el tratamiento con imiquimod, un gel tópico que actúa sobre las lesiones activando la respuesta del sistema inmunológico que se emplea para tratar verrugas y otras enfermedades como los moluscos contagiosos.
Es muy importante proteger adecuadamente del sol cualquier tipo de cicatriz y, en especial, los queloides. Es frecuente que el queloide hiperpigmente si se expone al sol durante su primer año después de haberse formado y puede que ese color más oscuro no desaparezca. Usar un factor de protección superior o incluso tapar la lesión con un apósito son algunas de las recomendaciones del Colegio Oficial de Farmacéuticos.