Lavar tus alimentos antes de cocinarlos puede parecer una muy buena idea, sin embargo, algunos productos podrían volverse dañinos al tener contacto con el agua.
Tras la llegada del nuevo coronavirus al mundo, el lavar nuestros alimentos se volvió un hábito de higiene en los hogares. Sin embargo, debes saber que hay productos que al tener contacto con el agua pueden perjudicar tu salud, como es el caso de los huevos y en esta nota te contamos la razón.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala, que las enfermedades de transmisión alimentaria afectan a una de cada diez personas cada año. Tan solo en el continente americano, 77 millones de habitantes se intoxican con patógenos presentes en los alimentos y más de nueve mil fallecen por la misma causa.
La Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda explica que las aves de corral pueden infectarse con bacterias dañinas para la salud, como lo es la ’salmonela’. Si el proceso de producción no es higiénico, estos microorganismos se pueden trasladar de las heces del animal a la cáscara de los huevos.
Por su parte, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos señala que al momento de lavar un huevo, el agua puede empujar las bacterias a través de los poros de la cáscara y contaminar su interior.
De la misma forma alerta la revista Reader’s Digest, quien agrega que el riesgo es mayor si los huevos provienen directamente de una granja y se lavan con agua fría.
En el caso de las marcas comerciales, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos determina que los huevos pasan por una fase de lavado, en la cual se les quita su capa protectora natural y se cubren con una capa de aceite mineral comestible para así evitar la entrada de patógenos.
Las enfermedades diarreicas son la principal manifestación de estos padecimientos, los cuales son provocados por microorganismos como el norovirus, la campylobacter, la salmonela y el E. coli.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos señala que el riesgo de enfermarse gravemente es mayor en adultos mayores, niños menores de cinco años, diabéticos y personas con VIH/Sida.