Sanidad Canaria

19/10/2021

Canarias ha dejado de citar durante la pandemia a un 11% de las mujeres que, en un año normal, habrían de realizarse un cribado de cáncer de mama. En 2019 y 2018, la tasa de mamografías realizadas con respecto al total de mujeres susceptibles superaba el 30%. Sin embargo, con la incidencia del coronavirus, el miedo de la población y el cierre total de muchos servicios durante los tres meses de confinamiento, la eficacia de estos cribados se ha visto lastrada hasta reducir al 20,5% el número de mamografías realizadas con respecto a la población de mujeres entre 50 y 59 años de las Islas. 

La población diana la conforman 305.472 mujeres en este rango de edad. De ellas, 131.866 pertenecen a Tenerife, 123.193 a Gran Canaria, 20.434 a Lanzarote, 14.080 a Fuerteventura, 11.925 a La Palma, 2.693 a La Gomera y 1.281 a La Palma. Mientras que en los años previos se solía citar a tres de cada diez de estas mujeres, con la pandemia este número se vio reducido a dos de cada diez.

 

La reducción de la actividad asistencial ha sido notable en el número de mamografías realizadas, que ha pasado a ser de 62.778, cuando en el año previo se llegaron a hacer 93.827. Esto supone que este año se han reducido un 33% las pruebas realizadas. Esto ha provocado, a su vez, que las derivaciones sean mucho menores que otros años (2.863 frente a las 4.729 de 2019) y que se hayan detectado menos cánceres que en los últimos dos años (381 frente a los 520 de 2019 o los 427 de 2018). 

Hoy se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama que sigue siendo la primera causa de muerte tumoral en la mujer en el mundo. En Canarias, la  tasa de incidencia es de 68,61 casos por cada 100.000 habitantes, según los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), teniendo así una de las incidencias más bajas de España. El pronóstico de esta enfermedad depende principalmente de la extensión de la enfermedad en el momento de la detección, pues un cáncer de mama que se encuentra a tiempo tiene un 90% de supervivencia a los cinco años.

Cada año se detectan entre un 12% y un 13% de cánceres entre las derivaciones que se realizan gracias al cribado

Este pronóstico mejora también gracias a los equipos digitales de radiodiagnóstico. Se trata de equipos de alta tecnología que permiten obtener una imagen de mejor calidad y con mayor capacidad de ajuste a la hora de hacer los informes, con lo que se reducen las proyecciones adicionales que, en muchos casos, hay que realizar a las mujeres para confirmar el diagnóstico. A ello hay que sumar que el sistema informático que posee permite al radiólogo contar con un software de apoyo a la lectura, lo que le aportará un mayor grado de seguridad en los informes a realizar.

 Por esta razón, realizar un diagnóstico precoz es una de las vías para mejorar las posibilidades de curación. Numerosos estudios confirman la posibilidad de reducir la mortalidad por cáncer de mama en las mujeres sometidas a detección precoz, en aproximadamente un 30% frente a las no estudiadas. Cada año se detectan entre un 12% y un 13% de cánceres entre las derivaciones que se realizan gracias al cribado. 

 

“Este año ha tenido un gran impacto en el desarrollo de esta enfermedad”, destaca es la presidenta de la Asociación de Cáncer de Mama de Tenerife (Ámate), Carmen Bonfante. Tras la pandemia, y la reducción de casos graves en los hospitales, el cuidado de esta patología está sufriendo un “efecto rebote”. Las consecuencias son múltiples y van desde el propio desarrollo de la enfermedad hasta los tiempos de espera para operarse y la salud mental de las afectadas. “Muchas dejaron de acudir el año pasado a su mamografía por miedo y ahora la sanidad se está encontrando con un aluvión de consultas”, señala Bonfante. Así también lo afirma la Consejería de Sanidad, que en el día de ayer hizo un llamamiento para que, en esta etapa de pandemia, acudan a la cita cuando les sea notificada la fecha de realización de mamografía. “Los expertos insisten en la importancia de la detección precoz cumpliendo con las revisiones periódicas”, remarca. En este sentido, precisan que la realización de la mamografía se realiza con todas las garantías de seguridad.

Diferente tiempo de espera

El efecto rebote afecta incluso a las atenciones de salud mental. En el caso de Ámate, que cuenta con varias consultas de este tipo las demandas se han incrementado en los últimos meses. “No damos a basto”, indica la presidenta de la Asociación. Pese que remarca que se ha intentado no dejar de dar cobertura a las pacientes, sí admite que ha habido que priorizar a las más urgentes. Asimismo, critica que haya diferencias en la asistencia a la población de una misma isla. Pone de ejemplo Tenerife, donde el tiempo de espera para una intervención quirúrgica para este cáncer es hoy de 3 meses para el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria -que sufrió una quinta oleada de coronavirus más intensa- y solo 1 para el Hospital Universitario de Canarias (HUC). “Esto supone un agravio y no entendemos por qué no se pueden poner de acuerdo en repartirse las pacientes para operar”, incide la presidenta de la asociación. 

Cabe recordar que el Plan Aborda impulsado por el Servicio Canario de la Salud (SCS) permite que los pacientes se operen en el hospital con las listas de espera más bajas, sin tener en cuenta su residencia, lo que se denomina Distrito Único. Este modelo asistencial se ha llevado a cabo durante la pandemia varias veces en el HUC y La Candelaria. De hecho, la alta ocupación hospitalaria en las UCI debido a la quinta ola de coronavirus en el Hospital de La Candelaria obligó a derivar en agosto hasta cinco intervenciones quirúrgicas de ginecología y urología ya programadas al Hospital Universitario de Canarias (HUC).

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