Sanidad Canaria

18/09/2021

Las máquinas de radioterapia son aceleradores lineales para el tratamiento con radiación capaces de tratar entre 50 y 60 pacientes al día. Su precio por unidad está entre los 1,7 y los 2 millones de euros y la construcción de un búnker oscila sobre los 2,1 €.

Cuando vemos el disparate de 431 millones anuales que recibe el Ministerio de Igualdad y encima unos critican Amancio Ortega por donar equipamiento sanitario pensamos lo siguiente: menudos personajes nos dirigen, individuos sin escrúpulos que se meten en política porque en la vida normal y en cualquier empresa normal solo hubieran cotizado el contrato de pruebas y estarían cobrando ayudas sin trabajar ni cotizar en la vida, nos dirigen haciendo la política un negocio de beneficio propio y metiendo a todos sus familiares y miembros del partido de asesores políticos.

Solo pedimos que la Unidad Central Operativa de la guardia civil le meta mano a estos delincuentes de guante blanco, y sabemos que tarde o temprano caerán según informaciones que nos hacen llegar.

El Servicio Canario de Salud ha sido condenado por tardar más de seis meses en diagnosticar un cáncer terminal. En concreto, el paciente fallecido acudió al centro de salud de Adeje, en Tenerife, en más de 40 ocasiones y no le detectaron nada. En la sentencia, dictada por el Juzgado de Lo Contencioso Administrativo Número 3 de Santa Cruz de Tenerife a la que ha tenido acceso la SER, se relata el auténtico calvario sufrido por el paciente durante sus últimos meses de vida.

Ante todo le mandamos nuestro sentido pésame a María Dolores, la pareja de Juan Carlos, ha relatado el infierno en el que se convirtieron sus vidas después de que una mañana un dolor de espalda persistente le llevó a acudir al Centro de Salud de Adeje.

Lo hizo en 41 ocasiones sin que le realizaran pruebas diagnósticas, como una simple placa de tórax que habría revelado lo que se descubrió un año después, una gigantesca mancha en el pulmón, un cáncer en fase cuatro, terminal que acabaría en un mes con la vida de Juan Carlos.

María Dolores Ríos, tras la sentencia condenatoria al Servicio Canario de Salud ha querido también dar su testimonio, para ir más allá de lo que cuanta la sentencia, como por ejemplo, que los más de 15 kilos de pérdida de peso de su marido o la malformación de las uñas fueron atribuidas por el médico al estrés y a la vejez. Juan Carlos tenía en ese momento 41 años. El juez ha condenado al SCS por mala praxis en este caso y a pagar 30.000 euros en concepto de indemnización que según ellos es lo que vale una vida humana por una mala praxis médica.

 

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